Culiacán, capital de uno de los Estados con más tradición en el apasionante mundo de los puños, sin duda es un escaparate que cualquier aficionado al boxeo voltearía a ver.

 

La mera idea de pensar en que los pugilistas se juegan la vida arriba de un ring, convierte en una experiencia excitante para el espectador y en una dura profesión, celosa e ingrata como ninguna, para aquel que la lleva a cabo.

 

Con una tradición que va desde Campeones Nacionales, a Monarcas Mundiales e incluso, a figuras en el Salón de la Fama del Boxeo Mundial en Canastota, NY, Culiacán, Sinaloa, aparece en el mapa global de este peligroso deporte, gracias al inmortal Julio César Chávez.

Tres veces Campeón en tres diferentes divisiones en una época donde los “pesos chicos” no vendían entradas, hicieron que el “César del Boxeo” creciera no sólo como figura, sino como fenómeno social que se diseminó por toda la República, dese principios de los años 80 hasta la segunda mitad de los 90.

 

“Va a pelear Chávez”, decía la gente. Desde una casa de origen humilde hasta un restaurant bar de moda, eran teatros para acudir a ver al gran ídolo mexicano, ese salido del barrio, que con sus puños logró hacerse paso, ese que podría ser cualquiera, pero terminó por ser único.

Y son los barrios bajos los que destacan en este asunto de ganarse la vida con los puños, gente que a base de hambre busca ubicar su nombre en el olimpo del boxeo.

 

Pero no fue JC Chávez el que inició esta tradición, sin embargo, sí fue él quien marcó un antes y un después en este deporte.

Antes de Julio, solamente Jesús “Chuyín” López aparecía en el plano y un puñado de menos de 20 peleadores profesionales aparecían en el mapa. Después, Culiacán empezó a ser un semillero interesante de prospectos que luego se convirtieron en gente de renombre, con un común denominador: ser un ídolo.

 

El “Chuyín” fue el primer monarca nacional de Culiacán en los años 70, y quien prácticamente allanó el camino para los que hoy día buscan hacerse un nombre en esta disciplina, e incluso, como entrenador en la actualidad.

 

Los años fueron forjando gente importante al margen de la Leyenda de JC Chávez, como el “profe” Jesús Aispuro, Premio Estatal del Deporte como entrenador en 2003 y uno de los más prolíficos no sólo en la Capital, sino en todo el Estado de Sinaloa

Asimismo, aparece Moisés “Moi” Cota, quien además detener trayectoria como pugilista profesional, tiene un bagaje amplio como entrenador y forjador de ídolos, donde destaca José Alfredo “Galletas” Tirado, ex Monarca Nacional de peso Gallo.

 

De un par de gimnasios, el deporte de los puños se fue esparciendo a tal grado, que en la actualidad existen alrededor de 20 gimnasios, que albergan a poco más de mil peleadores profesionales y casi 500 amateurs.

 

En la actualidad, Culiacán cuenta con figuras de renombre nacional e internacional, con los hijos de JC Chávez, Omar y Julio Jr y los Campeones Nacionales Carlos “Chapito” Velarde y Cosme “Chino” Rivera, así como el aguerrido Ricardo “Pelón” Domínguez, ganador de un “reality show” de boxeo transmitido a nivel nacional.

 

También, interesantes prospectos como Jesús “Chovy” Acosta y Ernesto “Manos de Hierro” Torrecillas, quienes esperan un día convertirse en el siguiente eslabón de una amplia cadena de ídolos locales.

 

                                                                                                                                                                                                   Aarón Ibarra Carbajal

 

                                                                                                                                                            Francisco Aarón Ibarra Carbajal